dimecres, 19 de desembre del 2007

Un dia sin música es un día perdido

El otro día hablando con un amigo coincidíamos en la necesidad de ambos de que el la vida haya poesía. No me refiero solo a textos escritos por poetas, me refiero a una actitud respecto a la vida. A una forma de mirar el mundo y disfrutar de la vida haciendo que otros la disfruten tambien.
Lo cierto es que tengo suerte, (aunque ésta sea una ficción y tenga más que ver con el esfuerzo de cada uno) y vivo rodeado de poesía. Poesía no sólo es los paisajes que veo, en los cielos que fotografío, en las hojas de los plataneros que cubren la calle en otoño o en el color del parque de delante de mi ventana. Hay poesía en mi barrio, en la gente que me saluda incluso a priemra hora de la mañana. Hay poesía en mis excompañeros que apesar de las dificultades siguen pensando que la sonrisa de un niño bien vale el esfuerzo que hacen. Hay poesía en las colas del Mercadona un sábado por la mañana (no vayais nunca nunca al mercadona en sábado podeis morir) cuando a pesar de la cantidad de cola todavía hay tiempo de jugar con los chavales. Lo cierto es que sea de la manera que sea necesito poesia en mi vida, mecesito la música y que mi trabajo, mi tiempo libre, todo tenga poesía para encontarle sentido a la vida. Por eso los miércoles los dedicaré a dejaros algunas de mis poesias preferidas, o textos que me gustan y letras de canciones. Pues lo dicho va el primer regalo de un poeta americano (es una traducció ):

En un lugar adonde nunca he ido, gozosamente más allà

De toda experiencia, tus ojos tienen su silencio:

En tu gesto más delicado hay cosas que me rodean,

O que no puedo tocar porque están demasiado cerca

Tu mirada más leve me abrirá sin esfuerzo

Aunque me haya cerrado como unos dedos

Tú siempre me abres pétalo a pétalo como abre la Primavera

(tocando hábil y misteriosamente) su primera rosa.

O si tu deseo fuera cerrarme, yo y mi vida

Nos cerraremos muy delicadamente, de repente,

Como cuando el corazón de esta flor imagina

La nieve cayendo cuidadosamente por todas partes;

Nada de lo podemos percibir en este mundo iguala

El poder de tu intensa fragilidad: su textura

Me domina con el color de sus países,

Produciendo muerte y eternidad a cada latido

(no sé qué hay en ti que se cierra

Y se abre: pero algo en mi comprende

Que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)

Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene unas manos tan pequeñas.

e.e. cummings

Un saludo a tod@s.