Aquí, hoy, ahora 2

Tiene gracia esto de vivir. A cada paso que das la vida se empeña en cambiar, muchas veces estas tan comprometido con ello que son lso demás que te avisan, otras el cambio es tan imperceptible que cuando te has dado cuenta ya la cosa ha ido mucho más allá. En todo caso eso es lo mejor.
Es posible que es cambio esa decisión no parezca que supone nada para el resto de tus dias y otras ,en cambio, cambian tus prioridades, tus objetivos, tu todo.
Me hago entonces una pregunta ¿como saber si un cambio es bueno?. Así a priori no creo que haya cambios buenos y cambios malos, solo cambios. A las personas no nos gusta cambiar así que nos resisitimos a todos. Con el tiempo he desarrollado mi propia estrategia, uno, asumo que la vida cambia, dos por algun extraño motivo me gustan los cambios, tres los cambios que me gustan , a los que ofrezco menos resistencia, son los que me acercan a mi objetivo vital. CUando los cambios me alejan de el me resisto, me resisto mucho, y se nota en mi estado de ánimo. Pero volviendo a los cambios que me gustan, se que son de este tipo cuando reordenan mis prioridades haciendolas más parecidas a mis principios, cuando confieren más valor a mi vida (y no hablo de dinero aunque también) y sobre todo cuando enriquecen mi existencia acercandome a gente nueva.
Ahora estoy en un momento así, por primera vez tengo la opcion de escoger de escoger de verdad, de escoger con todas las consecuencias, y gracias a ello de hacer la elección más importante. Por primera vez pienso solo en "aquí, hoy, ahora" y esto es un atisbo de infinito. Por primera vez haber sido coherente con mis sueños me sirve (bueno me sirve siempre pero hoy tengo la confirmación).
Y el paso va a suponer dejar atras a gente con otros valores que los mios, a aquellos que les interesa más lo que no tienen que lo que son, no pienso dejarles espacio en mi vida, me aturden, me separan de mi objetivo, e intentan provocar esos cambios que no me gustan. No dejare de luchar por lo que es mío pero no perderé el sueño, ni dejaré que me chantajeen y al final, aun pareciendo prepotente ellos se lo pierden.
Estos dias he aprendido una sabia lección: echar de menos a alguien, aunque sea por un instante, te recuerda lo importante que es para ti, y eso es suficiente motor para que "aquí, hoy, ahora" se parezca más al infinito que "para siempre".
Un saludo a todos